Muchas personas en algún momento u otro de sus vidas padecerá o habrá padecido anemia en su organismo. Un problema que provoca que nos sintamos débiles, sin energía para afrontar nuestras actividades cotidianas.
Y sin ir más lejos, no hace mucho mi colaboradora más dicharachera, mi mami, tuvo un episodio de anemia muy heavy, por lo que hoy me he animado a tratar el tema en el blog y ofreceros algunos consejos para poder prevenirla.
La anemia aparece como consecuencia del descenso notable de glóbulos rojos en nuestra sangre, o por otro lado, que éstos no contengan suficiente hemoglobina.
La hemoglobina es una proteína rica en hierro, y es la que le da ese color rojo tan característico a nuestra sangre, pero además le permite que lleve el oxígeno desde los pulmones hacia los órganos y a su vez, ayuda a recolectar el dióxido de carbono de las otras partes del cuerpo para llevarlo hasta los pulmones, donde es exhalado para eliminarlo del cuerpo.
Entonces, si los glóbulos rojos y en consecuente la hemoglobina, estan por debajo de los niveles normales, el oxígeno no puede llegar a todas las partes necesarias del cuerpo humano, y es así como se produce la anemia, que aunque tratada a tiempo no supone un riesgo para nuestra salud, de no ser así, puede ir provocando diferentes problemas con más o menos seriedad, e incluso dañar órganos tan importantes como el corazón.
TIPOS
Aunque en rasgos generales la anemia es lo que os acabo de definir, existen diferentes tipos de anemia que se clasifican por sus causas y características específicas:
Anemia por deficiencia de hierro. Es sin duda la más común, y se produce por un descenso de hierro.
Anemia por hemorragia. Cuando se pierde sangre.
Anemia aplástica. Suele ser causada por la exposición al benceno o ciertas toxinas, además de infecciones o la exposición a ciertos medicamentos.
Anemia por deficiencia de la vitamina B12. También conocida por anemia perniciosa o anemia por deficiencia de ácido fólico o folato, que es la que más suele darse en personas vegetarianas o veganas si no toman suplementos. En mi caso, la controlo con el consumo de huevos y lácteos. Pero me estoy avanzando.. Así que sigo con los diferentes tipos de anemias.
Anemias asociadas a enfermedades crónicas o de la médula ósea. Enfermedades crónicas como la artritis reumatoide, el VIH/SIDA, entre otras, o linfomas, meloma múltiple, mielproliferativa que están asociadas a la médula ósea.
Anemias hemolíticas. Las causas suelen ser infecciones o patologías heredadas, entre otras, que se caracterizan por la destrucción de los glóbulos rojos.
Anemias menos comunes, producidas por ejemplo por la talasemia o hemoglobinas defectuosas.
SÍNTOMAS
En ocasiones los síntomas de la anemia pueden ser leves e incluso no darte cuenta de que la sufres. Pero los principales y más significativos son los que os he comentado antes, el cansancio y la fatiga, pero además pueden aparecer síntomas como: palidez, dolores de cabeza, sensación de frío en manos y pies, mareos, irritabilidad, falta de aire, palpitaciones, dolor en el pecho y dificultad para concentrarse.
Creo que no es necesario que os diga que puede darse el caso que podáis sufrir alguno de estos síntomas y no padecer de anemia, puesto que como sabréis, hay síntomas que se repiten o son comunes para diferentes tipos de enfermedades. Sea como sea, si notas que algunos de ellos aparecen, no dudes en acudir a tu centro médico para que puedan realizarte los estudios necesarios para determinar las causas reales de esos síntomas. En el caso de la anemia, se suele hacer una biometría hemática, que permite contar los glóbulos rojos, la hemoglobina y el hematocrito en sangre.
FACTORES DE RIESGO
Aunque la anemia la puede sufrir cualquier tipo de persona es verdad que hay personas que tienen más riesgos que otras de desarrollarla. Por ejemplo:
Las mujeres en edad fértil, ya que perdemos sangre durante la menstruación.
Mujeres embarazadas, puesto que durante los primeros 6 meses de embarazo, el plasma aumenta con más rapidez que los glóbulos, y eso puede provocar anemia.
Personas que tienen antecedentes familiares de anemia.
Personas que pierden mucha sangre en cirugías, a causa de un accidente o lesión.
También quienes sufren infecciones prolongadas o, como os he comentado, padecen enfermedades crónicas o graves, como puede ser insuficiencias renales, diabetes, artitris reumatoide, enfermedades intestinales, etc.
Y todo aquel que lleve una dieta baja en hierro, vitaminas o minerales, que son los que ayudan a producir los glóbulos rojos.
PREVENCIÓN
Algunos de los tipos de anemia que os he comentado pueden evitarse si llevas una alimentación saludable. Por ejemplo, para que tus niveles de hiero no bajen come vegetales de hojas verdes, frutos secos, nueves o carnes rojas. Para la vitamina B-12, no olvides añadir a tu dieta lácteos, huevos o carne. Y para el fólico, añade a tu alimentación jugos de frutas cítricas como el limón o la naranja, vegetales de hojas verdes, legumbres y/o cereales fortificados.
También será importante consumir alimentos ricos en vitamina C, puesto que ayuda a absorber el hierro con más facilidad. Los tomates son por ejemplo una fuente de ellos, ya que además de contener vitamina C contiene licopeno, que es bueno para mantener el organismo en buen estado y prevenir desgastes innecesarios.
Pero no siempre es suficiente, y quizás tu médico podría indicarte que tomes suplementos de hierro por ejemplo si tu periodo es muy abundante.
En el caso de las anemias hereditarias, no es posible prevenirla al 100%, pero vamos, sí que pueden ser tratadas y controladas sin ningún problema.
En cuanto al tema de enfermedades, no queda otra que esperar a que vuestro médico os ofrezca unas pautas para evitar la aparición de la anemia.
Y hasta aquí el post de hoy. Espero que os sea de utilidad.
Y recordad, si notáis que aparecen estos síntomas, consultad siempre a vuestro médico, él y solo él sabrá mejor que nadie qué hacer en tu caso. Porque ya sabéis, solo estableciendo la causa se podrá establecer un tratamiento adecuado. Sí que puedes quizás a partir de hoy mejorar tu alimentación, para que la anemia, no aparezca en tu vida.
¡Un saludo maj@s!