Ha pasado un mes y pico desde mi última entrada en el blog. Demasiado tiempo, o mucho más del que me hubiera gustado, y desde luego mucho más del que debería.
No es que me haya cansado de él, ni mucho menos. Tampoco es que no tenga de qué escribir, que si me seguís por instagram, tengo un montón de cosas que tengo en pendientes de hablaros más detalladamente, vamos, por aquí (ya sabéis que así puedo enrollarme, con lo que me gusta...). Y si eso le sumáis mis cruces de cable cuando me pongo reflexiva, pues temas tenía, y tengo, para dar y vender.
Pero sencillamente después de más de 8 años de blog, sumado a una racha un poco montaña rusa, necesitaba parar un poco.
Y aunque no es el caso, porque no es que comience de nuevo, como os decía en mi último post, Nadie murió por volver a empezar.
Así que hoy no, no voy a enrollarme mucho, es más, no voy a enrollarme más, sencillamente deciros que en nada tendréis nuevo contenido por aquí, y como no, agradecer a tod@s aquell@s, que a pesar de mi ausencia, seguís por aquí, porque las visualizaciones, siguen siendo altas. Así que gracias.
¡Nos leemos en breve!
¡Un saludo maj@s!