Después de tratar el tema de la emigración en anteriores artículos, (Adaptarse a un nuevo hogar en el que os hablaba de las fases de adaptación y en el de los procesos psicológicos negativos de adaptarse a un nuevo hogar), hoy en el blog vamos a darle la vuelta a la tortilla, y vamos a hablar de los procesos psicológicos positivos de adaptarse a un nuevo hogar.
Si os digo que penséis en la palabra emigración seguro que a much@s de vosotr@s lo que os viene en mente es "el comienzo de una nueva vida". El cambiar completamente de contexto existencial, en dejar atrás todo aquello que hasta el momento se conocía...
Este cambio, a veces muy radical, proporciona a la persona la oportunidad de empezar desde cero, empezar de nuevo, algo que a veces resulta complicado planteárselo en su país de origen.
En esa nueva vida el emigrante puede pasar página y cambiar aquellos aspectos que hasta el momento no le gustaban, o al menos intentar buscar en ese nuevo hogar, todo aquello que anhelaba encontrar en el "viejo hogar" y por las razones que sean, no ha podido hallar.
Quien decide comenzar una nueva vida en un nuevo país, puede sufrir un cambio a nivel personal que le ayudará a desarrollar los recursos y aspectos psicológicos positivos que hasta el momento no tenía presentes.
El crecimiento personal es algo al que todo emigrante debe enfrentarse en un proceso migratorio, o eso es lo que se espera de ello.
Pero como he dicho, hoy voy a centrarme en lo positivo y para alcanzar ese crecimiento el individuo sufrirá unos procesos psicológicos positivos fruto de la buena adaptación en ese nuevo hogar.
Pero como he dicho, hoy voy a centrarme en lo positivo y para alcanzar ese crecimiento el individuo sufrirá unos procesos psicológicos positivos fruto de la buena adaptación en ese nuevo hogar.
Vamos a ver algunos de ellos.
Sentimiento de libertad y el descubrimiento de uno mismo
A lo largo de nuestra vida nos vamos forjando como lo qué somos fruto de una forma de pensar, una forma de ser y actuar.. hasta llegar a definir quiénes somos.
Cierto es que, los familiares y amigos, de un modo consciente o inconsciente, son piezas esenciales que influyen en nuestras personalidades, y son ellos los que muchas veces nos recuerdan quiénes somos, cómo somos y porque somos así. Es decir, se marcan unos roles, unas etiquetas fruto de los años, que forman parte de nuestra identidad y del modo de comportarnos.
Por ejemplo; yo en mi casa soy la mimosa, la alocada aunque responsable, la que no se enfada nunca...
¿Pero esto es positivo? En cierto modo, sí, puesto que por un lado nos hacen sentir seguros, y ya sabemos cómo actuar, sabemos lo que se espera de nosotr@s, vamos, se crea una zona de confort en la que te mueves como pez en el agua, sin apenas preocupaciones.
Pero por otro lado, estas etiquetas, estos roles predefinidos, pueden hacer que nos sintamos atados y con la obligación de seguir cumpliendo siempre esos mismos roles sin poder salir de ese hoyo que se ha hecho a lo largo de los años. Y en ese sentido, nuestra forma de ser, nuestra forma de actuar estará siempre configurada por "lo que se espera de nosotros" y no por lo que realmente somos.
Así pues, la salida del hogar, la salida de esa zona de confort, la salida de esa vida en que su rol está marcado, hace que el emigrante pueda empezar a fijarse más en sus capacidades, en sus recursos, valores, creencias, y en definitiva, en lo qué es, para poder elegir su camino. Esto hará en él que descubra aspectos sobre su forma de ser que hasta el momento estaban ocultos a causa de esos roles o etiquetas.
En ese nuevo hogar, no habrá nadie que recuerde lo que supuestamente es y le permitirá empezar a experimentar todo aquello que realmente es, haciendo que nazca en él un sentimiento de libertad.
Esta libertad logrará que el individuo empiece a decidir por sí mismo, logrará que descubra quién es y lo que quiere, sin que nada ni nadie le condicione.
Con esa libertad, empezará a existir tal y como es y empezará a conectar con su "yo".
Incremento de la autoestima
Cuando se emigra, no solo puede un@ redescubrirse o alcanzar ese sentimiento de libertad, sino que al tener que enfrentarse a nuevos retos, al tener que aprender a vivir de nuevo en ese nuevo hogar, al tener que aprender a descubrir esos nuevos estímulos.. todos ellos muy diferentes del lugar de procedencia, hace que el individuo desarrolle unas nuevas capacidades y unos nuevos recursos a nivel psicológico.
Puede que, ese redescubrimiento que os comentaba, haga que el emigrante cambie aspectos de su ser y aprenda a descubrir sus carencias y a la par, aprenda a enfrentarse a nuevas dificultades que anteriormente desconocía o no se veía capaz de superar.
Por ejemplo; una persona que es impaciente puede aprender a que todo tiene su tiempo, una persona dependiente puede aprender a potenciar su autonomía, una persona que es tímida puede aprender a ser alguien más abierto...
Todo ello no dejan de ser retos. Retos que ayudarán al emigrante a aprender, a tomar decisiones por sí mism@ sin delegarlas a nadie de su entorno, a elegir qué es lo qué quiere y cómo lo quiere... Y la suma de esos retos y superaciones hará que el emigrante comience a creer más en sí mismo, a concienciarse que él y sólo él es el pilar de su vida y el fundamento de su existencia. Aprenderá a apoyarse en su vida y en sus recursos. En resumen, hará que su autoestima crezca de un modo positivo, ayudándole a facilitar la adaptación en ese nuevo hogar.
Y para finalizar con algunos de los procesos psicológicos positivos de adaptarse a un nuevo hogar, vamos al...
Desarrollo personal
Según los expertos, el ser humano en su desarrollo como persona, necesita formarse como ser autónomo e independiente, capaz de tomar sus propias decisiones, y ese proceso se logra cuando nos desvinculamos psicológicamente de las figuras parentales y/o educativas. Es como decir que "nos cortamos el cordón umbilical".
Cuando un emigrante sale de su hogar, cortando ese cordón, saliendo de la jaula, descubre el proceso de separación, reforzando su "yo" y aprendiendo a poner sus propios límites.
En este proceso el individuo se define como un ser pleno, único y singular, diferenciándose de las demás personas.
Y todo ello puede ayudarle a sentirse pleno, independiente, autónomo y libre para vivir su propia vida, lo cual hará que se desarrolle como persona.
En definitiva, cuando alguien toma la valiente decisión de emigrar, puede sufrir una decepción de la percepción que tenía antes de partir hacia ese nuevo hogar y, tal y como os conté en el anterior post sobre el tema, puede que surjan en él procesos psicológicos negativos.
Pero a la par, también puede ser una gran oportunidad para descubrirse a un@ mism@, para aprender a aumentar y descubrir nuestro sentimiento de libertad, para logar un mayor crecimiento personal, para superar aspectos que necesitabas superar aunque no fueses consciente de ello, y para cambiar todo aquello que no nos gustaba en nuestra vida anterior.
Este nuevo hogar, puede brindarle la oportunidad de comenzar de nuevo, de pasar página, de hacer un resert y empezar los cimientos de esa vida que quizás anhelaba.
Y aunque las cosas no siempre vengan de frente, hay que aprovechar esa oportunidad, ya que suelen ser únicas.
No sé si he dado el enfoque que esperabais en este artículo, no sé (aunque quiero pensar que sí) pueda serviros de ayuda si os encontráis en esa tesitura o pensáis en aventuraros, pero he intentado plasmar en este post, que el hecho de aventurarse, aunque no salga del todo bien, puede también ser una experiencia gratificante, haciendo que crezcamos como personas y aprendamos a descubrir lo maravillosos que somos, ya que a veces no nos damos cuenta de ello. Que aprendamos de los logros, pero también de los fracasos, que aprendamos que a pesar de todo somos personas libres.
He disfrutado compartiendo estos enfoques sobre el tema con tod@s vosotr@s, y más viendo las reacciones que me habéis plasmado en los anteriores artículos.
Claro está que el tema puede enfocarse desde infinitas perspectivas, por ello, como siempre, os voy a pedir una vez más que compartáis conmigo vuestras impresiones, experiencias, opiniones..¡lo que sea!
A la vez, quería comentaros, que me gustaría realizar un post con experiencias de personas emigrantes, porque considero que a veces esos testimonios con la mejor ayuda para las personas que puede que se encuentren en esa misma situación y no sepan cómo afrontarla.
Así que si te apetece formar parte de ese nuevo post ¡escríbeme! (mimetatusalud.carolinallovera@gmail.com) Gracias.
¡Un saludo maj@s!
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Así pues, la salida del hogar, la salida de esa zona de confort, la salida de esa vida en que su rol está marcado, hace que el emigrante pueda empezar a fijarse más en sus capacidades, en sus recursos, valores, creencias, y en definitiva, en lo qué es, para poder elegir su camino. Esto hará en él que descubra aspectos sobre su forma de ser que hasta el momento estaban ocultos a causa de esos roles o etiquetas.
En ese nuevo hogar, no habrá nadie que recuerde lo que supuestamente es y le permitirá empezar a experimentar todo aquello que realmente es, haciendo que nazca en él un sentimiento de libertad.
Esta libertad logrará que el individuo empiece a decidir por sí mismo, logrará que descubra quién es y lo que quiere, sin que nada ni nadie le condicione.
Con esa libertad, empezará a existir tal y como es y empezará a conectar con su "yo".
Incremento de la autoestima
Cuando se emigra, no solo puede un@ redescubrirse o alcanzar ese sentimiento de libertad, sino que al tener que enfrentarse a nuevos retos, al tener que aprender a vivir de nuevo en ese nuevo hogar, al tener que aprender a descubrir esos nuevos estímulos.. todos ellos muy diferentes del lugar de procedencia, hace que el individuo desarrolle unas nuevas capacidades y unos nuevos recursos a nivel psicológico.
Puede que, ese redescubrimiento que os comentaba, haga que el emigrante cambie aspectos de su ser y aprenda a descubrir sus carencias y a la par, aprenda a enfrentarse a nuevas dificultades que anteriormente desconocía o no se veía capaz de superar.
Por ejemplo; una persona que es impaciente puede aprender a que todo tiene su tiempo, una persona dependiente puede aprender a potenciar su autonomía, una persona que es tímida puede aprender a ser alguien más abierto...
Todo ello no dejan de ser retos. Retos que ayudarán al emigrante a aprender, a tomar decisiones por sí mism@ sin delegarlas a nadie de su entorno, a elegir qué es lo qué quiere y cómo lo quiere... Y la suma de esos retos y superaciones hará que el emigrante comience a creer más en sí mismo, a concienciarse que él y sólo él es el pilar de su vida y el fundamento de su existencia. Aprenderá a apoyarse en su vida y en sus recursos. En resumen, hará que su autoestima crezca de un modo positivo, ayudándole a facilitar la adaptación en ese nuevo hogar.
Y para finalizar con algunos de los procesos psicológicos positivos de adaptarse a un nuevo hogar, vamos al...
Desarrollo personal
Según los expertos, el ser humano en su desarrollo como persona, necesita formarse como ser autónomo e independiente, capaz de tomar sus propias decisiones, y ese proceso se logra cuando nos desvinculamos psicológicamente de las figuras parentales y/o educativas. Es como decir que "nos cortamos el cordón umbilical".
Cuando un emigrante sale de su hogar, cortando ese cordón, saliendo de la jaula, descubre el proceso de separación, reforzando su "yo" y aprendiendo a poner sus propios límites.
En este proceso el individuo se define como un ser pleno, único y singular, diferenciándose de las demás personas.
Y todo ello puede ayudarle a sentirse pleno, independiente, autónomo y libre para vivir su propia vida, lo cual hará que se desarrolle como persona.
En definitiva, cuando alguien toma la valiente decisión de emigrar, puede sufrir una decepción de la percepción que tenía antes de partir hacia ese nuevo hogar y, tal y como os conté en el anterior post sobre el tema, puede que surjan en él procesos psicológicos negativos.
Pero a la par, también puede ser una gran oportunidad para descubrirse a un@ mism@, para aprender a aumentar y descubrir nuestro sentimiento de libertad, para logar un mayor crecimiento personal, para superar aspectos que necesitabas superar aunque no fueses consciente de ello, y para cambiar todo aquello que no nos gustaba en nuestra vida anterior.
Este nuevo hogar, puede brindarle la oportunidad de comenzar de nuevo, de pasar página, de hacer un resert y empezar los cimientos de esa vida que quizás anhelaba.
Y aunque las cosas no siempre vengan de frente, hay que aprovechar esa oportunidad, ya que suelen ser únicas.
No sé si he dado el enfoque que esperabais en este artículo, no sé (aunque quiero pensar que sí) pueda serviros de ayuda si os encontráis en esa tesitura o pensáis en aventuraros, pero he intentado plasmar en este post, que el hecho de aventurarse, aunque no salga del todo bien, puede también ser una experiencia gratificante, haciendo que crezcamos como personas y aprendamos a descubrir lo maravillosos que somos, ya que a veces no nos damos cuenta de ello. Que aprendamos de los logros, pero también de los fracasos, que aprendamos que a pesar de todo somos personas libres.
He disfrutado compartiendo estos enfoques sobre el tema con tod@s vosotr@s, y más viendo las reacciones que me habéis plasmado en los anteriores artículos.
Claro está que el tema puede enfocarse desde infinitas perspectivas, por ello, como siempre, os voy a pedir una vez más que compartáis conmigo vuestras impresiones, experiencias, opiniones..¡lo que sea!
A la vez, quería comentaros, que me gustaría realizar un post con experiencias de personas emigrantes, porque considero que a veces esos testimonios con la mejor ayuda para las personas que puede que se encuentren en esa misma situación y no sepan cómo afrontarla.
Así que si te apetece formar parte de ese nuevo post ¡escríbeme! (mimetatusalud.carolinallovera@gmail.com) Gracias.
¡Un saludo maj@s!
