¡Hola maj@s!
De nuevo, y por sexta vez, vengo a ofreceros una pequeña recopilación con algunas de las preguntas frecuentes y curiosas, que vosotr@s, mis maj@s seguidor@s me hacéis ya sea vía mail, mensaje en Facebook o incluso me las realizáis en los comentarios de otros posts.
Antres de entrar en materia, y siendo repetitiva, agradeceros siempre la confianza que depositáis en mi a la hora de formularme vuestras dudas, pero a la vez recordaros, que frente a dudas que atañen a vuestra salud de un modo directo, lo mejor siempre es acudir a un centro de salud para que valoren vuestro caso de un modo individual.
Dicho esto, ¡vamos a ello!
¿Engorda más el azúcar o la miel?
Si comparamos las calorías del azúcar con las de la miel, la verdad es que la diferencia no es tan significativa como algunos creen, ya que el azúcar aporta alrededor de unas 400 calorías por cada 100 gramos y la miel unas 320 calorías por cada 100 gramos. Es decir, su valor calórico podemos decir es menor el de la miel que el del azúcar pero no en exceso.
Aunque debemos que tener en cuenta que la cantidad de gramos que caben por ejemplo en una cuchara sopera distan mucho entre los dos alimentos: mientas que en una cuchara caben unos 20 gramos de azúcar, en la misma caben sólo 10 gramos de miel, es decir, que a la hora de usarlos nos ponemos más azúcar que miel.
Pero aunque su índice calórico no sea muy significativo, sí debemos destacar que los nutrientes que nos aporta la miel son notablemente diferente a los del azúcar, ya que este último sólo nos aporta calorías.
Os explico. La miel contiene antioxidanres, minerales y vitaminas que el azúcar no posee. Además que su índice glucémico es menor al del azúcar ( miel 87, azúcar 100), por lo que la miel se convierte en una opción más saludable que el azúcar.
En conclusión, si tenemos que escoger entre la miel y el azúcar, sin duda la opción más saludable y menos calórica es la miel.
¿Engorda más la miga del pan o la corteza?
Seguro que much@s de vosotr@s habréis oído que la miga del pan engorda mucho más que la corteza, pero la realidad es que es todo lo contrario.
A ver, tenemos que tener en cuenta que el pan está elaborado de cereales, y que el pan que se suele consumir de un modo más generalizado/masivo suele estar hecho con harinas refinadas y estas pierden parte de su complejidad para así convertirse en un hidrato simple que el cuerpo no aprovecha de igual modo que lo haría con las harinas integrales.
En cambio, los cereales integrales, y con ello las harinas, nos aportan un hidrato de carbono complejo de liberación lenta que nuestro cuerpo va aprovechando a lo largo del día evitando que se vaya acumulando en nuestro organismo con más facilidad, por lo que son más saludables.
Ahora bien, volviendo a la pregunta que me hacía la lectora, debemos tener claro qué es cada cosa.
La corteza es la parte dura y más tostada y la miga, es la parte blanda donde existe una mayor concentración de agua que en la corteza, y es justamente esto, la concentración de agua la que hará derrocar este mito.
La miga al contener una mayor concentración de agua y a la vez menos nutrientes, su aporte calórico será inferior al de la corteza, que al contener menos agua es dónde se concentran más nutrientes y muchas más calorías que la miga.
Así que desmitificanto esa creencia, podemos llegar a la conclusión que lo ideal es no desechar nada, ya que ambas partes son beneficiosas para nuestro bienestar, intentar consumir esos tipos de panes de harinas no refinadas y simplemente vigilar con qué tomamos el pan (condimentos, salsas...).
¿Por qué es mejor el agua con un bajo contenido en sodio?
Es importante tener un control estricto de la ingesta de sodio, ya que un consumo excesivo de este mineral puede acarrearnos problemas de hipertensión, cardiovasculares, renales, gástricos, óseos y de retenciones de líquido.
Mediante los alimentos es fácil distinguir su sabor salado, por lo que nos será fácil eliminar la sal de nuestra dieta si es necesario o controlar su ingesta, pero en las aguas envasadas, las cuales muchas veces poseen una gran cantidad de este mineral, no podemos percibirlo.
Por lo que tenemos que tener cuidado con ciertas aguas envasadas y fijarnos siempre en su composición para cuidar de nuestra salud.
Si al mirar en las etiquetas poseen menos de 20mg de sodio por litro, estas aguas seran aptas para su consumo cuando hablamos de una dieta hiposódica. En cambio, si contiene entre 20 y 100 mg por litro del mineral, su contenido es moderado, por lo que aunque podáis consumirla, deberemos hacerlo de un modo moderado. Pero si posee 200mg por litro o más, estamos ante una agua sódica la cual es totalmente desaconsejable en dietas con restricción de dicho mineral.
Mi consejo, siempre optar por la primera opción y evitar así posibles consecuencias perjudiciales para nuestra salud en un futuro.
Un apunte, que muchas veces se nos olvida, hay otro tipo de bebidas que también poseen minerales, entre los cuales encontramos el sodio, por lo que es importante aprender a observar el etiquetado para decantarnos por las opciones más saludables en función a nuestras necesidades.
¿Los huevos son malos para el hígado?
A ver, el hígado es nuestro órgano principal en el metabolismo de los alimentos, los cuales transforma en esas sustancias necesarias pera el funcionamiento normal de nuestro cuerpo.
Una ingesta rica en colesterol, como puede ser la yema del huevo, es posible que haga que aumente el índice de colesterol en sangre, pero de ningún modo significa que dañe a nuestro hígado.
Lo que sí produce es una contracción natural de la vesícula sin lesionar el órgano vital.
Así pues, podéis comer huevos sin miedo a dañar a vuestro hígado, eso sí, debemos hacerlo de un modo equilibrado.
¿Se corta la digestión después de comer si nos bañamos?
¿A quién no se le ha dicho "no te bañes después de comer, que se te va a cortar la digestión"?
Pero la verdad es que el corte de digestión no existe como tal, es decir, lo que sucede es un shock periférico en la vascularización cuando nos metemos en agua fría de un modo rápido. Para que me entendáis, durante la digestión una mayor cantidad de sangre va al tracto gastrointestinal y si nos metemos de un modo brusco en agua fría, hay una descompensación térmica en nuestro cuerpo, y nuestra sangre está "ocupada" haciendo la digestión.
Así pues, podemos bañarnos después de haber comido, lo que para asegurarnos de no sufrir un desvanecimiento, dolor de cabeza, somnolencia u oír zumbidos en los oídos, entre otros, es meterse siempre en el agua poco a poco, mojándonos muy despacio cada parte del cuerpo para habituar así nuestro organismo con la temperatura del agua. A la vez que si entramos despacio podremos darnos cuenta que algo está pasando pudiendo reaccionar y salir del agua.
En conclusión, nos podemos bañar sin ningún problema tomando estas medidas y siempre que no haya un cambio brusco de temperatura.
¿Comer zanahoria ayuda a la visión?
Esta afirmación tiene algo de mito y algo de realidad.
Las zanahorias contienen mucha vitamina A que es un nutriente fundamental para la vista, pero hay muchos otros alimentos como son el huevo, la leche, el brócoli, la calabaza, las espinacas entre muchos otros, que contienen vitaminas antioxidantes, como la E y la C, que son mucho más beneficiosas para nuestra salud visual.
Lo importante es que mantengamos una dieta equilibrada que nos proporcione las cantidades necesarias para nuestra salud visual, y no olvidar que un exceso de vitamina A, también puede ser perjudicial para nuestra salud.
Un consejillo, revisaros la vista al menos una vez al año con un especialista de la salud es la clave para mantener una visión saludable.
Espero que como siempre este artículo os sea de utilidad, y recordaros que podéis mandar vuestras dudas en el mail mimetatusalud.carolinallovera@gmail.com, en un mensaje vía Facebook o en los comentarios.
¡Un saludo maj@s!
Antres de entrar en materia, y siendo repetitiva, agradeceros siempre la confianza que depositáis en mi a la hora de formularme vuestras dudas, pero a la vez recordaros, que frente a dudas que atañen a vuestra salud de un modo directo, lo mejor siempre es acudir a un centro de salud para que valoren vuestro caso de un modo individual.
Dicho esto, ¡vamos a ello!
¿Engorda más el azúcar o la miel?
Si comparamos las calorías del azúcar con las de la miel, la verdad es que la diferencia no es tan significativa como algunos creen, ya que el azúcar aporta alrededor de unas 400 calorías por cada 100 gramos y la miel unas 320 calorías por cada 100 gramos. Es decir, su valor calórico podemos decir es menor el de la miel que el del azúcar pero no en exceso.
Aunque debemos que tener en cuenta que la cantidad de gramos que caben por ejemplo en una cuchara sopera distan mucho entre los dos alimentos: mientas que en una cuchara caben unos 20 gramos de azúcar, en la misma caben sólo 10 gramos de miel, es decir, que a la hora de usarlos nos ponemos más azúcar que miel.
Pero aunque su índice calórico no sea muy significativo, sí debemos destacar que los nutrientes que nos aporta la miel son notablemente diferente a los del azúcar, ya que este último sólo nos aporta calorías.
Os explico. La miel contiene antioxidanres, minerales y vitaminas que el azúcar no posee. Además que su índice glucémico es menor al del azúcar ( miel 87, azúcar 100), por lo que la miel se convierte en una opción más saludable que el azúcar.
En conclusión, si tenemos que escoger entre la miel y el azúcar, sin duda la opción más saludable y menos calórica es la miel.
¿Engorda más la miga del pan o la corteza?
Seguro que much@s de vosotr@s habréis oído que la miga del pan engorda mucho más que la corteza, pero la realidad es que es todo lo contrario.
A ver, tenemos que tener en cuenta que el pan está elaborado de cereales, y que el pan que se suele consumir de un modo más generalizado/masivo suele estar hecho con harinas refinadas y estas pierden parte de su complejidad para así convertirse en un hidrato simple que el cuerpo no aprovecha de igual modo que lo haría con las harinas integrales.
En cambio, los cereales integrales, y con ello las harinas, nos aportan un hidrato de carbono complejo de liberación lenta que nuestro cuerpo va aprovechando a lo largo del día evitando que se vaya acumulando en nuestro organismo con más facilidad, por lo que son más saludables.
Ahora bien, volviendo a la pregunta que me hacía la lectora, debemos tener claro qué es cada cosa.
La corteza es la parte dura y más tostada y la miga, es la parte blanda donde existe una mayor concentración de agua que en la corteza, y es justamente esto, la concentración de agua la que hará derrocar este mito.
La miga al contener una mayor concentración de agua y a la vez menos nutrientes, su aporte calórico será inferior al de la corteza, que al contener menos agua es dónde se concentran más nutrientes y muchas más calorías que la miga.
Así que desmitificanto esa creencia, podemos llegar a la conclusión que lo ideal es no desechar nada, ya que ambas partes son beneficiosas para nuestro bienestar, intentar consumir esos tipos de panes de harinas no refinadas y simplemente vigilar con qué tomamos el pan (condimentos, salsas...).
¿Por qué es mejor el agua con un bajo contenido en sodio?
Es importante tener un control estricto de la ingesta de sodio, ya que un consumo excesivo de este mineral puede acarrearnos problemas de hipertensión, cardiovasculares, renales, gástricos, óseos y de retenciones de líquido.
Mediante los alimentos es fácil distinguir su sabor salado, por lo que nos será fácil eliminar la sal de nuestra dieta si es necesario o controlar su ingesta, pero en las aguas envasadas, las cuales muchas veces poseen una gran cantidad de este mineral, no podemos percibirlo.
Por lo que tenemos que tener cuidado con ciertas aguas envasadas y fijarnos siempre en su composición para cuidar de nuestra salud.
Si al mirar en las etiquetas poseen menos de 20mg de sodio por litro, estas aguas seran aptas para su consumo cuando hablamos de una dieta hiposódica. En cambio, si contiene entre 20 y 100 mg por litro del mineral, su contenido es moderado, por lo que aunque podáis consumirla, deberemos hacerlo de un modo moderado. Pero si posee 200mg por litro o más, estamos ante una agua sódica la cual es totalmente desaconsejable en dietas con restricción de dicho mineral.
Mi consejo, siempre optar por la primera opción y evitar así posibles consecuencias perjudiciales para nuestra salud en un futuro.
Un apunte, que muchas veces se nos olvida, hay otro tipo de bebidas que también poseen minerales, entre los cuales encontramos el sodio, por lo que es importante aprender a observar el etiquetado para decantarnos por las opciones más saludables en función a nuestras necesidades.
¿Los huevos son malos para el hígado?
A ver, el hígado es nuestro órgano principal en el metabolismo de los alimentos, los cuales transforma en esas sustancias necesarias pera el funcionamiento normal de nuestro cuerpo.
Una ingesta rica en colesterol, como puede ser la yema del huevo, es posible que haga que aumente el índice de colesterol en sangre, pero de ningún modo significa que dañe a nuestro hígado.
Lo que sí produce es una contracción natural de la vesícula sin lesionar el órgano vital.
Así pues, podéis comer huevos sin miedo a dañar a vuestro hígado, eso sí, debemos hacerlo de un modo equilibrado.
¿Se corta la digestión después de comer si nos bañamos?
¿A quién no se le ha dicho "no te bañes después de comer, que se te va a cortar la digestión"?
Pero la verdad es que el corte de digestión no existe como tal, es decir, lo que sucede es un shock periférico en la vascularización cuando nos metemos en agua fría de un modo rápido. Para que me entendáis, durante la digestión una mayor cantidad de sangre va al tracto gastrointestinal y si nos metemos de un modo brusco en agua fría, hay una descompensación térmica en nuestro cuerpo, y nuestra sangre está "ocupada" haciendo la digestión.
Así pues, podemos bañarnos después de haber comido, lo que para asegurarnos de no sufrir un desvanecimiento, dolor de cabeza, somnolencia u oír zumbidos en los oídos, entre otros, es meterse siempre en el agua poco a poco, mojándonos muy despacio cada parte del cuerpo para habituar así nuestro organismo con la temperatura del agua. A la vez que si entramos despacio podremos darnos cuenta que algo está pasando pudiendo reaccionar y salir del agua.
En conclusión, nos podemos bañar sin ningún problema tomando estas medidas y siempre que no haya un cambio brusco de temperatura.
¿Comer zanahoria ayuda a la visión?
Esta afirmación tiene algo de mito y algo de realidad.
Las zanahorias contienen mucha vitamina A que es un nutriente fundamental para la vista, pero hay muchos otros alimentos como son el huevo, la leche, el brócoli, la calabaza, las espinacas entre muchos otros, que contienen vitaminas antioxidantes, como la E y la C, que son mucho más beneficiosas para nuestra salud visual.
Lo importante es que mantengamos una dieta equilibrada que nos proporcione las cantidades necesarias para nuestra salud visual, y no olvidar que un exceso de vitamina A, también puede ser perjudicial para nuestra salud.
Un consejillo, revisaros la vista al menos una vez al año con un especialista de la salud es la clave para mantener una visión saludable.
Espero que como siempre este artículo os sea de utilidad, y recordaros que podéis mandar vuestras dudas en el mail mimetatusalud.carolinallovera@gmail.com, en un mensaje vía Facebook o en los comentarios.
¡Un saludo maj@s!
