Cuando una persona tiene que irse ya sea por obligación o por decisión, a un país extranjero, no siempre adaptarse es tan fácil como uno se imagina antes de partir, aunque puede que la cultura instaurada en el país "adoptante" sea muy similar a la del país de origen.
La diferencia entre las costumbres, el comportamiento, los valores, e incluso los cambios en sonidos, olores, colores... pueden suponer a veces, lo que se conoce como un choque cultural, desencadenando un cóctel de emociones como pueden ser el miedo, la inseguridad, ansiedad, desorientación...
Y de eso os quiero hablar hoy, en el post adaptarse a un nuevo hogar.
Según los expertos, antes de adaptarse a un nuevo entorno, el individuo pasa por 4 fases diferentes:
Euforia: Cuando se pone un pie en ese nuevo "hogar", todo lo que aprecia en el entorno, ya sea por ser algo novedoso o por la percepción de que se ha ido de su país de origen con la idea de cambiar de vida, suele hacer que el individuo se sumerja en un estado de euforia. Se percibe el país de acogida, como el país que brindará una multitud de oportunidades, y los individuos se sienten capaces de alcanzar cualquier meta ideada. Estas primeras sensaciones ayudarán a que un@ se sienta confiad@, pero a veces demasiado y puede ser perjudicial, ya que las expectativas que se suelen crear en este periodo, suelen ser demasiado altas y muy poco realistas.
Choque cultural: En esta fase un@ se da cuenta que conforme van pasando los días, en el nuevo país de residencia, existen costumbres que son desconocidas, como pueden ser el tipo de comidas, dónde ir a comprar o realizar una actividad, el idioma, la dificultad de encontrar una vivienda o un trabajo, etc. Lo cual, hace que el individuo busque desesperadamente algo que le sea familiar o sea similar a lo que tenia en su país. Según los expertos en esta fase hay mucha gente que tira la toalla, ya que todo lo nuevo les resulta agresivo, o por contra, empiezan a relacionarse con ciudadanos de su país de origen, limitándose así a permanecer en una especie de "gueto cultural".
Stress cultural: En esta fase poco a poco se van desarrollando estrategias de adaptación que hacen que se empiece a entender las nuevas costumbres, el nuevo sistema de valores del este nuevo país, lo cual hará que el individuo vaya adaptándose. Esta fase se la considera el paso previo a la adaptación completa.
Adaptación: Superados todos los obstáculos, el individuo se ha adaptado completamente en el nuevo país de residencia y adopta plenamente los nuevos valores, solapándolos con los propios y combinando la nueva cultura con la propia. En esta fase, se comienzan a sentir todos los beneficios del cambio, como la comodidad del nuevo hogar, la tranquilidad del nuevo ambiente, en fin, que se aprecian las nuevas ventajas que ofrece el país de acogida. Ya por fin, el inmigrante empieza a sentir confianza y entusiasmo que le harán seguir hacia adelante.
Pero aunque los expertos digan que estas fases son incluso necesarias para poder adaptarse a un nuevo país, cuando uno se encuentra en la tesitura de plantearse irse o no de su país de origen, de su hogar, van a invadir su mente muchas dudas, muchos pros y contras, que seran los que en realidad le harán lanzarse en esta nueva aventura.
Así que, cuando se haya analizado bien la posibilidad de emprender este nuevo camino, es importante que cuando se cierren las maletas, se cierre la puerta de el "viejo hogar" y se ponga el pie en el nuevo, el individuo debe:
Haber hecho bien los deberes: Investigar sobre el que será su nuevo hogar. Sus costumbres, sus tradiciones, gastronomía... para no ir, digamos "a ciegas", así aunque todo será algo nuevo y quizás extraño, se parta de una base de conocimientos sobre el nuevo entorno.
Haberse preparado para extrañar a la familia: Es recomendable llevar una especie de "botiquín de primeros auxilios", llevar al nuevo hogar objetos familiares, fotos, música, etc, esto hará que el proceso de transición sea más fácil, al igual que no perder el contacto con los familiares, eso sí, sin dejar que se cree una dependencia hacia ellos.
Mantener la mente abierta: Es decir, que no se intente juzgar las primeras impresiones. Lo ideal es observar de una modo objetivo para poder entender la nueva cultura, el nuevo ambiente, y mientras se va aprendiendo in situ sobre ello, abrir lo máximo posible la mente para evitar con ello que el sentimiento de desesperación e incomprensión invadan a un@.
Esfuerzo: No vale rendirse a la primera por no conocer, por ejemplo, un idioma. Ser perseverante y esforzarse en aprender todo lo nuevo que ofrece el nuevo país, es decir, demostrarse a uno mismo el interés hacia el mismo, hará que tus habilidades e integración se incrementen.
Familiarización: Es importante que cuando se va a un nuevo país no se asuma o interprete un comportamiento desde un punto de vista totalmente subjetivo, lo que es conocido como el "filtro cultural". Es decir, para que se me entienda. El comportamiento de una sola persona no es información veraz, por lo que se debe intentar descubrir los nuevos comportamientos de un modo general, de los individuos del país de acogida, y valorarlos para poder entender y familiarizarse con las nuevas costumbres, aunque sean de un modo coloquial.
No dejarse llevar por las apariencias aunque tengas conocimientos sobre la nueva cultura: Supongo que esta premisa hará que os sintáis confundidos. Me explico. Tal y como decía Geert Hofstede, psicólogo, "la cultura es como una cebolla que puede ser pelada capa a capa, para revelar el contenido". Dicho en otras palabras, debe pasar un tiempo considerable antes de llegar a entender una cultura en su contexto social e histórico, por lo que cuando se va a un nuevo país, la paciencia, las ganas de aprender e ir descubriendo no deben perderse nunca, aunque pasado cierto tiempo se crea que ya conoces bien los nuevos rituales, protocolos o costumbres.
No cerrarse: Es importante hacer un esfuerzo para conocer a las personas de tu nuevo ambiente, porque al fin y al cabo, serán tu "nueva familia" en este nuevo hogar. Ser curioso, pero con respeto, interesarse por las noticias del nuevo país, asistir a eventos, fiestas... harán que la adaptación sea más fácil y provechosa. Al igual que lo será intentar no encerrarse en los "guetos culturales" que os decía antes. Es decir, es bueno relacionarse con gente de tu país de origen, porque ell@s serán quizás una de las mejores armas para la nueva adaptación. Pero si se cae en el error de encerrarse, puede que se forme una burbuja que hará que el individuo se emcierre en su interior y no intente descubrir y aprovechar todo lo que el nuevo país le está ofreciendo.
Concienciarse de la nueva cultura: Con eso quiero decir que un@ tiene que ser consciente que es el que se tiene que adaptar a la nueva cultura y no lo contrario. Es decir, cuando se va a un nuevo país es un error intentar "imponer" tu propia cultura, creencias, a tu entorno. Con ello, no quiero decir que un@ deba perderlos, sino adaptarlos. Mucha gente cae en el error de no querer abrir su mente, e intenta encerrarse en sus costumbres y creencias de antaño. Se debe tener presente que el "nuevo hogar" te está acogiendo, y es importante intentar ser una pieza más sin perder claro está, tus raíces.
Intentar alcanzar una estabilidad: Esto no tiene misterio alguno, porque es lo que cualquiera necesita para vivir ya sea en su país de origen como en uno nuevo. Simplemente se trata de establecer una rutina para que adoptemos un sentimiento de seguridad.
No perder jamás el buen humor: No ser duro con uno mismo, tod@s cometemos errores. Así que si por ejemplo cometes un error cultural, ya sea con el nuevo idioma, ¡ríete de ti mism@ y l@s demás se reirán contigo! Como bien sabemos, es precisamente de los errores que un@ aprende, y el hecho de afrontarlos con buen humor, harán que un@ no despierte el sentimiento de inseguridad o impotencia ante esta clase de hechos. Por otro lado, comportarse de este modo hará que la gente que rodea al individuo, lo admiren por su tenacidad, por su esfuerzo en aprender a pesar de los errores.
Y ya centrándome en temas más "oficiales", también es importante:
Conocer las leyes: Es de suma importancia conocer las leyes del nuevo país de residencia para evitarse problemas con las autoridades.
Ubicar la embajada: Aunque se vaya con todos los papeles en regla y demás trámites burocráticos, es importantísimo conocer bien dónde se encuentra la embajada de tu parís de origen.
Bien, hemos visto en este artículo, de un modo general, cómo intentar adaptarse a un nuevo hogar, pero claro está que a partir de ahí, pueden darse dos posibilidades, que la adaptación sea un desastre y por consiguiente se desencadenen unos procesos psicológicos negativos, o por contra aprendamos a ver el vaso medio lleno y se desencadenen unos procesos psicológicos positivos.
Así que próximamente en el blog, os hablaré de ambas posibilidades.
Pero no solo eso, me gustaría que si tú has sido o eres inmigrante y te gustaría contar tu experiencia, te pongas en contacto conmigo mediante mi mail: mimetatusalud.carolinallovera@gmail.com, para realizar un posts dedicado exclusivamente a que compartáis con tod@s nosotr@s vuestra experiencia. Muchas gracias.
Ahora si....
¡Un saludo maj@s!
Stress cultural: En esta fase poco a poco se van desarrollando estrategias de adaptación que hacen que se empiece a entender las nuevas costumbres, el nuevo sistema de valores del este nuevo país, lo cual hará que el individuo vaya adaptándose. Esta fase se la considera el paso previo a la adaptación completa.
Adaptación: Superados todos los obstáculos, el individuo se ha adaptado completamente en el nuevo país de residencia y adopta plenamente los nuevos valores, solapándolos con los propios y combinando la nueva cultura con la propia. En esta fase, se comienzan a sentir todos los beneficios del cambio, como la comodidad del nuevo hogar, la tranquilidad del nuevo ambiente, en fin, que se aprecian las nuevas ventajas que ofrece el país de acogida. Ya por fin, el inmigrante empieza a sentir confianza y entusiasmo que le harán seguir hacia adelante.
Pero aunque los expertos digan que estas fases son incluso necesarias para poder adaptarse a un nuevo país, cuando uno se encuentra en la tesitura de plantearse irse o no de su país de origen, de su hogar, van a invadir su mente muchas dudas, muchos pros y contras, que seran los que en realidad le harán lanzarse en esta nueva aventura.
Así que, cuando se haya analizado bien la posibilidad de emprender este nuevo camino, es importante que cuando se cierren las maletas, se cierre la puerta de el "viejo hogar" y se ponga el pie en el nuevo, el individuo debe:
Haber hecho bien los deberes: Investigar sobre el que será su nuevo hogar. Sus costumbres, sus tradiciones, gastronomía... para no ir, digamos "a ciegas", así aunque todo será algo nuevo y quizás extraño, se parta de una base de conocimientos sobre el nuevo entorno.
Haberse preparado para extrañar a la familia: Es recomendable llevar una especie de "botiquín de primeros auxilios", llevar al nuevo hogar objetos familiares, fotos, música, etc, esto hará que el proceso de transición sea más fácil, al igual que no perder el contacto con los familiares, eso sí, sin dejar que se cree una dependencia hacia ellos.
Mantener la mente abierta: Es decir, que no se intente juzgar las primeras impresiones. Lo ideal es observar de una modo objetivo para poder entender la nueva cultura, el nuevo ambiente, y mientras se va aprendiendo in situ sobre ello, abrir lo máximo posible la mente para evitar con ello que el sentimiento de desesperación e incomprensión invadan a un@.
Esfuerzo: No vale rendirse a la primera por no conocer, por ejemplo, un idioma. Ser perseverante y esforzarse en aprender todo lo nuevo que ofrece el nuevo país, es decir, demostrarse a uno mismo el interés hacia el mismo, hará que tus habilidades e integración se incrementen.
Familiarización: Es importante que cuando se va a un nuevo país no se asuma o interprete un comportamiento desde un punto de vista totalmente subjetivo, lo que es conocido como el "filtro cultural". Es decir, para que se me entienda. El comportamiento de una sola persona no es información veraz, por lo que se debe intentar descubrir los nuevos comportamientos de un modo general, de los individuos del país de acogida, y valorarlos para poder entender y familiarizarse con las nuevas costumbres, aunque sean de un modo coloquial.
No dejarse llevar por las apariencias aunque tengas conocimientos sobre la nueva cultura: Supongo que esta premisa hará que os sintáis confundidos. Me explico. Tal y como decía Geert Hofstede, psicólogo, "la cultura es como una cebolla que puede ser pelada capa a capa, para revelar el contenido". Dicho en otras palabras, debe pasar un tiempo considerable antes de llegar a entender una cultura en su contexto social e histórico, por lo que cuando se va a un nuevo país, la paciencia, las ganas de aprender e ir descubriendo no deben perderse nunca, aunque pasado cierto tiempo se crea que ya conoces bien los nuevos rituales, protocolos o costumbres.
No cerrarse: Es importante hacer un esfuerzo para conocer a las personas de tu nuevo ambiente, porque al fin y al cabo, serán tu "nueva familia" en este nuevo hogar. Ser curioso, pero con respeto, interesarse por las noticias del nuevo país, asistir a eventos, fiestas... harán que la adaptación sea más fácil y provechosa. Al igual que lo será intentar no encerrarse en los "guetos culturales" que os decía antes. Es decir, es bueno relacionarse con gente de tu país de origen, porque ell@s serán quizás una de las mejores armas para la nueva adaptación. Pero si se cae en el error de encerrarse, puede que se forme una burbuja que hará que el individuo se emcierre en su interior y no intente descubrir y aprovechar todo lo que el nuevo país le está ofreciendo.
Concienciarse de la nueva cultura: Con eso quiero decir que un@ tiene que ser consciente que es el que se tiene que adaptar a la nueva cultura y no lo contrario. Es decir, cuando se va a un nuevo país es un error intentar "imponer" tu propia cultura, creencias, a tu entorno. Con ello, no quiero decir que un@ deba perderlos, sino adaptarlos. Mucha gente cae en el error de no querer abrir su mente, e intenta encerrarse en sus costumbres y creencias de antaño. Se debe tener presente que el "nuevo hogar" te está acogiendo, y es importante intentar ser una pieza más sin perder claro está, tus raíces.
Intentar alcanzar una estabilidad: Esto no tiene misterio alguno, porque es lo que cualquiera necesita para vivir ya sea en su país de origen como en uno nuevo. Simplemente se trata de establecer una rutina para que adoptemos un sentimiento de seguridad.
No perder jamás el buen humor: No ser duro con uno mismo, tod@s cometemos errores. Así que si por ejemplo cometes un error cultural, ya sea con el nuevo idioma, ¡ríete de ti mism@ y l@s demás se reirán contigo! Como bien sabemos, es precisamente de los errores que un@ aprende, y el hecho de afrontarlos con buen humor, harán que un@ no despierte el sentimiento de inseguridad o impotencia ante esta clase de hechos. Por otro lado, comportarse de este modo hará que la gente que rodea al individuo, lo admiren por su tenacidad, por su esfuerzo en aprender a pesar de los errores.
Y ya centrándome en temas más "oficiales", también es importante:
Conocer las leyes: Es de suma importancia conocer las leyes del nuevo país de residencia para evitarse problemas con las autoridades.
Ubicar la embajada: Aunque se vaya con todos los papeles en regla y demás trámites burocráticos, es importantísimo conocer bien dónde se encuentra la embajada de tu parís de origen.
Bien, hemos visto en este artículo, de un modo general, cómo intentar adaptarse a un nuevo hogar, pero claro está que a partir de ahí, pueden darse dos posibilidades, que la adaptación sea un desastre y por consiguiente se desencadenen unos procesos psicológicos negativos, o por contra aprendamos a ver el vaso medio lleno y se desencadenen unos procesos psicológicos positivos.
Así que próximamente en el blog, os hablaré de ambas posibilidades.
Pero no solo eso, me gustaría que si tú has sido o eres inmigrante y te gustaría contar tu experiencia, te pongas en contacto conmigo mediante mi mail: mimetatusalud.carolinallovera@gmail.com, para realizar un posts dedicado exclusivamente a que compartáis con tod@s nosotr@s vuestra experiencia. Muchas gracias.
Ahora si....
¡Un saludo maj@s!
