¡El verano ya llegó! ¡Ya llegó! ¡Ya llegó!
Y con él nos entra unas ganas enormes de refrescarnos en playas o piscinas y de lucir nuestros cuerpos serranos con poca ropa (dícese bikini o traje de baño) con la finalidad de ir más cómodos para darnos unos chapuzones y, seamos realistas, para que los rayos del astro rey bronceen un poco nuestra pálida piel.
Sin embargo, tomar el sol, siempre con ciertas precauciones, tal y como os indicaba en el post Cuida tu piel en verano, no solo es un acto puro de estética, puesto que tiene beneficios para nuestra salud.
Vamos hoy a descubrir algunos de ellos.
Fortalece dientes y huesos
A pesar que resulte un poco.. inverosímil, puesto que los rayos del sol jamás llegarán hasta nuestros huesos, los rayos UV (ultravioleta) provocan que nuestro cuerpo produzca vitamina D, y esta vitamina es indispensable para la mineralización de los huesos, puesto que favorece la absorción en el intestino del calcio y el fósforo, y evitar a su vez, su pérdida en el riñón.
Aunque la gran parte de vitaminas y minerales son obtenidas a través de los alimentos, esta vitamina en concreto tiene la característica de fabricarse cuando la piel dispone de un precursor, en concreto el 7-dehidrocolesterol, que obtenemos gracias a la radiación de los rayos solares. Y a la par, también será súper beneficiosa para fortalecer nuestros dientes.
Ahora tampoco os pongáis cual filete a la plancha para tostaros. Con solo unos 5 o 10 minutos de exposición y dos o tres veces por semana, es suficiente para recargar nuestro depósito de vitamina D.
Mejora el aspecto de nuestra piel
Si vuestro problema es el dichoso acné, tomar el sol con moderación puede ayudaros.
Bastará tomar un "baño" diario de sol, de no más de 30 minutos (las horas más indicadas son: la primera hora de la mañana o bien entrada la tarde, que son las horas con menos peligro de sufrir quemaduras).
Eso sí, que no cunda el pánico si la primera semana ves que tienes más acné o que empeora un poco. Esto es normal puesto que significa que el sol está provocando una reacción de limpieza, ya que nuestra piel no tiene otro recurso para eliminar la grasa e impurezas que haciéndolo mediante la expulsión de lo sobrante para poder arreglar dicho problema.
Así pues, después de una semana vuestra piel irá recuperando su equilibrio, y por consiguiente, se irá sanando poco a poco. En el caso de que esto no sucediese, cabe la posibilidad que se haya desarrollado acné estival (acné provocado por los ingredientes de hidratantes y cremas fotoprotectoras), y no os quedará otro remedio que acudir al dermatólogo. Que ¡ojo! Aunque os muestre hoy algunos de los beneficios de tomar el sol, no prescindáis de acudir siempre al especialista.
Tomar el sol también puede ayudaros a combatir por ejemplo la psoriasis e incluso la ictericia. Pero repito, es importante no exponernos mucho tiempo al sol, con 30 minutos es suficiente, así evitamos las quemaduras, que son lesiones serias u otro tipo de problemas.
Estimula la inmunidad
No sé si habréis notado que los otoños e inviernos después de haber gozado de unas vacaciones al sol tenéis menos gripes y catarros. (Si no os habéis fijado.. hacedlo).
Se ha comprobado que el sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos o linfocitos (células encargadas de las primeras defensas frente las infecciones), es decir, que nuestro sistema inmune se fortalezca. Pero esto debe estar acompañado de una dieta equilibrada y variada, no lo olvidéis.
Equilibra el colesterol
Aunque suene un poco subrealista, los rayos solares ayudan a disolver grasa. Psssss, ¡qué te veo! No te pongas ahora a tomar el sol como un@ poses@ para quedarte como una modelo de Victoria Secret o de Men's Health.
La cosa no va por ahí...
Se ha comprobado que los niveles de colesterol son menores en verano, en parte, gracias a los rayos solares, en concerto a su luz UV, importantísima para metabolizar el colesterol. Y por consiguiente, cuando se toma el sol, disminuye el colesterol y se evita que se pegue en las arterias.
Eso sí, se complementa con el hecho que en verano nos movemos más y comemos más frutas y verduras de temporada, cosa que hace que el colesterol también baje.
Disminuye la presión arterial
¿Alguna vez habéis escuchado decir a los deportistas que evitan tomar el sol antes de una competición? Esto es porque el sol provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y a la vez aumenta la circulación de la sangre en la piel, por lo que se disminuyen los valores de presión arteriales. Pero no solo eso, además aumenta el metabolismo y la depuración de los tejidos.
Todos ellos son factores que son beneficiosos para nuestra salud si se sufre de hipertensión, pero para un deportista pueden volverse en contra, puesto que la bajada de tensión podría provocarle una disminución del estado de alerta antes de una competición. Aunque después de la prueba pueden tomarlo con total normalidad, e incluso les es beneficioso para regular dicha tensión.
Todo ello tiene una sencilla explicación, y de nuevo tengo que nombrar a la vitamina D. Esta vitamina, además de todo lo que os he comentado, hace que se disminuyan los niveles de la hormona paratiroidea, que es la encargada de liberar el calcio de los huesos y regular la presión sanguínea. Así pues, como ya os he comentado, con los rayos solares aumentan los niveles de vitamina D, y con ello disminuye dicha hormona y hace que la presión sanguínea descienda.
Nos protege frente a diversos tipos de cáncer
Cuando hablamos de tomar el sol y cáncer en una misma frase, lo asociamos inmediatamente al cáncer de piel. Creo que a estas alturas del cuento, tod@s sabemos algo sobre ello. Por lo que esta afirmación puede pareceros algo confusa.
Pero aunque una sobreexposición a los rayos solares puede ser nefasta para nuestra salud, por contra, tomar el sol con moderación (espero que el este concepto quede claro) también puede sernos beneficioso para hacerle frente a ciertos tumores, gracias a la vitamina D que ejerce un efecto protector en nuestro organismo contra ellos.
Recientes estudios han demostrado que la luz solar nos ayuda a protegernos del cáncer de mama, colon, u otros tumores como los de vejiga, ovarios, útero, estómago, próstata o linfomas.
Aumenta la sensación de bienestar
Los rayos UV aumentan la producción de un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar. La serotonina y endorfina, aumentan, lo cual hace que nos sintamos mejor y que disminuya la sensación de cansancio, contribuyendo a evitar la depresión y la ansiedad.
La serotonina además, interfiere en la producción de melatonina, que es la encargada de la regulación del sueño, así que nos mantiene activ@s con el sol, ya que ayuda a disminuir sus niveles durante el día para que nos sintamos llenos de vitalidad, y que aumente por la noche, cuando no hay luz, y podamos descansar.
Por lo que, un consejito, para aprovechar al máximo las horas del día y despertarnos con buen humor, no hay nada mejor que despertarse con la luz solar, es decir, dejar la ventana lo suficientemente abierta para que los rayos del sol entren. (Ya sé que esto solo funciona de un modo efectivo en vacaciones, y que aunque sea verano.. a la que suena el despertador para ir a trabajar, ni rayo ni raya os podrá poner de buen humor. Pero por intentarlo... Hay que ser optimistas).
Favorece la vida sexual
Los amores de verano, ai esos amores intensos en los que exprimimos cada instante, cada situación y lo vivimos todo con más intensidad.
Y como creo que aquí tod@s somos ya mayorcitos, dejando los tópicos sentimentales, la pura realidad es que hay más sexo en verano que en invierno. Vamos, no le llamemos amor a lo que muchas veces es solo eso, sexo.
Y todo ello, puede ser consecuencia de los rayos solares. Me explico. La testosterona sube como la espuma cuando se toma el sol con moderación, y esta hormona es una de las responsables de nuestro apetito sexual.
¿Qué no me creéis? Os pongo un ejemplo. En los animales, la aparición de la época de celo o apareamiento está regulada por las horas solares, y aunque nosotr@s no tengamos las llamadas épocas de celo, si está comprobado que el esperma masculino es mucho más rico en espermatozoides en la época de verano. Yo no sé vosotr@s, pero creo que alguna relación tendrá.... ¿no?
Nos protege frente a la esclerosis múltiple
Suena un poco de ciencia ficción, lo sé, porque ¿qué tendrá que ver una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central con el sol?
La verdad, ni los científicos lo saben a ciencia cierta, pero parece ser que está relacionado con el aumento de los niveles de vitamina D. Pero lo que sí se confirma es que la incidencia de dicha enfermedad es mayor en países con menos horas de sol.
Espero que se avance con el tema y nos puedan dar una explicación. Yo de momento solo os lo comento, para que lo tengáis en cuenta.
Mejora y previene el asma infantil
Aunque con los niñ@s debemos prestar aún más atención, diversos estudios avalan que la falta de vitamina D, empeora dicha afección, e incluso los procesos alérgicos.
Así pues el aumento de dicha vitamina en menores, tienen un afecto protector que a la par reducen las posibilidades de su diagnóstico en l@s niñ@s.
Creo que ya os he dado razones suficientes para ver lo positivo de tomar el sol, siempre que sea con moderación y tomando TODAS las precauciones necesarias.
Pero si queréis sacar el mayor partido de los beneficios que os he comentado, creo que también es bueno conocer y controlar algunos problemas que pueden surgir.
Así que tomad nota.
Las radiaciones solares son más penetrantes de lo que nos pensamos
Es decir, si por ejemplo, nos ponemos una camiseta pero estamos bajo el sol durante más de dos horas sin habernos dado protección solar, por mucha camiseta que lleves, al final, las radiaciones traspasarán el tejido y llegarán a tu piel.
Y lo mismo pasa cuando nos bañamos. Vamos no debemos confiarnos que por el hecho de estar en el agua bien fresquit@ estás a salvo de los rayos solares. Todo lo contrario, ya que los rayos te llegan a través del agua e incluso con mayor potencia.
Y ojo, tampoco nos libramos de ellos en los días nublados.
Así que, tenemos que mentalizarnos que los rayos solares nos alcanzan en todos los casos, no solo cuando nos espachurramos a tomarlo cual lagartijas en la arena, tumbona, etc.
Los efectos nocivos en la piel se acumulan año tras año
Supongo que pensaréis; "a ver nos hablas de beneficios y ¿ahora nos vienes con esto?".
Sí, os hablo de esto, porque aunque os he hablado de lo bueno también tenemos que tener en cuenta lo malo. Es decir, la deshidratación, el envejecimiento de la piel y los daños celulares pueden ser desencadenantes del temido cáncer de piel, y no tomar medidas constantemente, hace que todo ello se "guarde en la mochila", vamos, que se vayan acumulando año tras año desde de pequeñ@s.
Así que toma precauciones siempre, y no solo por ti, hazlo también con tus peques y allegados.
La buena notícia, sí, hay algo bueno que tengo que deciros. Aunque no hayáis prestado la atención que vuestra piel se merece durante el verano, algunos de los daños pueden contrarrestrarse. Ya que si empiezas a protegerte desde hoy, y adquieres el hábito de ahora en adelante, tu piel tiene la oportunidad de autorregenerarse y rebajar las posibilidades de sufrir problemas verdaderamente serios.
Así que, "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".
Ponernos rojos y quemarnos aumenta el peligro de cáncer de piel
Una piel roja siempre querrá decir que la piel está dañada, y que dicha agresión aumenta la predisposición a sufrir problemas serios en un futuro. Acordaros de lo que os acabo de decir, "los daños se van acumulando".
Y si además sufres de quemaduras, estos daños y consecuencias nefastas se duplican.
Por eso es esencial que nos metamos en la cabeza que el proceso de broncearse tiene que realizarse poco a poco, usar siempre protección solar (aunque ya se esté moren@ o esté nublado) y llevar un control con el tiempo que pasas debajo el sol.
Estar broncead@... no te protege
Como os acabo de comentar, no debemos cometer el error de pensar que como ya estamos moren@s no necesitamos protección. ¡La necesitamos siempre aunque seamos ya un@s auténtic@s conguitos!
Como también debemos controlar el tiempo. Nada de.. "estoy moren@, puedo estarme tropecientas hora que ya soy "inmune" a las quemaduras y demás". ¡Nanain del peluquín!
Pensad que el bronceado en sí mismo, aunque quede muy chachi, es una agresión, y fruto de esta agresión tu sistema protector natural (la melanina) ha reaccionado.
Ojito con eso.
En la calle, también hace sol
Aunque resulte algo "impensable", los rayos solares no solo nos llegan en la piscina o la playa. ¡Qué fuerte!, ¿verdad?
Bromas e ironías a parte, tenemos que ser conscientes que cuando andamos por la calle, por el campo, por la ciudad, cuando nos montamos en bici, o salimos a correr o patinar, entre otros, también estamos exponiendo nuestra piel a los rayos solares. Así que, también debemos aplicarnos protección solar antes de salir de casa.
En fin amig@s.
Recordad que para que podamos disfrutar de todos los beneficios que nos aporta tomar el sol para nuestra salud, solo son necesarios unos minutos de exposición al día, y que es de suma importancia hacerlo siempre de un modo responsable, evitando las horas centrales del día.
También es importante ir preparando nuestra piel poco a poco y protegernos de un modo adecuado, que tanquil@s, os pondréis moren@s igualmente.
Y sobretodo, es importante estar atentos a nuestra piel y ante cualquier cambio que percibamos, ya sea en lunares, por aparición de mancha o erupciones, es fundamental acudir al dermatólogo cuanto antes.
Espero que el post, que la información que os ofrezco hoy os sea, como siempre, de utilidad.
¡Un saludo maj@s!
