Hoy me dirijo a vosotr@s con un post bastante atípico, o bueno, un poco diferente de los que os tengo acostumbrad@s.
Con el título quizás penséis, "ésta nos va a hablar de su celulitis". Pues nada de eso, aunque cierto es que tengo la dichosa piel de naranja..Grrrr
Este post es una oda al amor propio. Con este post pretendo desmitificar el concepto extendido mundialmente conocido como media naranja. Con este post quiero subir nuestra autoestima hasta límites insospechados. Con este post, solo pretendo que tú, que me estás leyendo abras los ojos y entiendas que....eres una naranja entera.
Supongo que con esta entradilla creerás, y ya te digo de antemano erróneamente, que soy de esas personas que no creen en el amor, que detesta el romanticismo, que envidia a esas personas que han encontrado a su compañer@ de vida...
Supongo que con esta entradilla creerás, y ya te digo de antemano erróneamente, que soy de esas personas que no creen en el amor, que detesta el romanticismo, que envidia a esas personas que han encontrado a su compañer@ de vida...
Pues todo lo contrario. Soy romántica, creo en el amor, y me encanta ver que hay personas que han encontrado es@ compañer@ que les acompañe durante el viaje que es la vida.
Aunque cierto es que creo que, tal y como dije en el parlamento que hice en la boda de mi hermana, que me teníais que haber visto, yo con mi tupé y mi escote desafiando todas las leyes de la gravedad habidas y por haber, ante 200 personas marcándome un monólogo totalmente improvisado solté: "enamorarse es extremadamente fácil, lo difícil es, encontrar a la persona correcta". (Claro está que con ello quería decir que ellos dos...se habían encontrado). Y que "amarse es mirar los dos hacia la misma dirección". (Lo sé, estuve sembrada...)
Pero aunque crea eso incondicionalmente, no creo ni entiendo el concepto "encontrar tu media naranja".
Os pareceré un poco contradictoria, pero me explico ahora mismito.
A través del tiempo siempre nos han hecho creer que tenemos que buscar a nuestra media naranja, a nuestra alma gemela para encontrar en ell@s, la felicidad.
Esa persona perfecta para nosotr@s, el complemento ideal para poder completar nuestra mitad y que sea compatible con nosotr@s en todo.
Esa persona perfecta para nosotr@s, el complemento ideal para poder completar nuestra mitad y que sea compatible con nosotr@s en todo.
A las chicas, nos han dicho que hay un príncipe, normalmente azul, esperándonos, y a los chicos, una princesa de cuento de hadas, normalmente un tanto sumisa y muy pava (y esto lo digo desde mi humilde opinión).
Nos inculcaron la imagen de es@s príncipes y princesas, o lo que viene a ser, "la persona perfecta"como una meta a conseguir. Y que sabremos que serán ell@s porque nos provocarán mariposas en el estómago simplemente con verl@s. (Yo no sé a vosotr@s, pero esas mariposas para mí...que son hambre).
Y de no conseguirlo... terminaremos siendo como la "loca de los gatos", viviendo una vida resignada, sobreviviendo con tu única mitad y andando sol@ de un lado a otro en soledad.
Hace años, cuando descubrí la frase encontrar tu media naranja, tengo que deciros que era una mocosa, acudí como siempre a preguntar a mi abuelo sobre ello, porque para mí, mi abuelo, era ese diccionario humano, esa enciclopedia viviente, el sabio entre los sabios... y tenía claro que si él no lo sabía, nadie más podría sacarme de la duda.
Pues ya le veis al pobre, sentado en su sillón de lectura con una mocosa (yo) en el regazo, mirándolo fijamente con unos ojos como platos y que le preguntaba: "abuelo ¿qué quiere decir media naranja? Pero me refiero al amor ¡eh!".
Tengo grabadas en la mente sus palabras, como tantas otras de sus explicaciones y frases sabias que siempre me decía y que con el paso de los años he aprendido a apreciar mejor.
Me dijo; "Si te das cuenta, cuando piensas en una media naranja, seguro que pensarás que, le falta otra mitad ¿verdad? Bien, vamos a la cocina que te voy a enseñar algo.." Cortó una naranja por la mitad y la puso encima de la mesa "Está quieta ¿verdad?" Me dijo. Y obviamente, la naranja no se movió ni un milímetro.
Entonces cogió una naranja entera y la puso en la misma mesa, a lo que, y por sorpresa mía, esa naranja se fue desplazando poco a poco por la mesa. "Ves, esta naranja que está entera está avanzando por la mesa, sin trucos."
Repitió el mismo procedimiento con otra naranja, y en esa ocasión, se quedó quieta.
"Y ésta..¿por qué no se mueve abuelo?" Le pregunté un tanto desilusionada.
"Vamos por partes pequeña. Para que una naranja se mueva, avance, como has visto, solo existe la posibilidad que lo haga si está entera. Pero, cierto es que, existe la posibilidad que no se mueva.
Hay personas que creen que son una media naranja y que necesitan a otra mitad para poder avanzar en la vida, como la naranja que se ha desplazado.
Aunque a veces, a pesar de creer que la han encontrado, que han encontrado esa mitad que les faltaba, no avanzan, por lo que al final atribuyen esa quietud, a que esa mitad, no era la indicada. No era la que les complementaba."
Después de eso me llevó frente a un espejo y me dijo: "Ahora mírate.. y dime qué ves.. ¿una naranja o a mi pequeña rubita curiosa?" (Era cómo me llamaba siempre que iba a preguntarle algo.. que ya os digo, era muy pero muy pesada y cansina preguntando..)
Y terminó con un; "No eres una naranja ¿verdad? Pues que nadie te haga creer que lo eres, ni mucho meno que eres solo una mitad de algo, porque tú, vas a ser todo de alguien. Como lo eres para mí..." (Como amaba y amo a ese hombre a pesar de no tenerlo cerca..... Te quiero abuelo).
Pues bien, con el paso de los años, aprendí a comprender el porqué de sus palabras.
Hay personas que creen que son una media naranja y que necesitan a otra mitad para poder avanzar en la vida, como la naranja que se ha desplazado.
Aunque a veces, a pesar de creer que la han encontrado, que han encontrado esa mitad que les faltaba, no avanzan, por lo que al final atribuyen esa quietud, a que esa mitad, no era la indicada. No era la que les complementaba."
Después de eso me llevó frente a un espejo y me dijo: "Ahora mírate.. y dime qué ves.. ¿una naranja o a mi pequeña rubita curiosa?" (Era cómo me llamaba siempre que iba a preguntarle algo.. que ya os digo, era muy pero muy pesada y cansina preguntando..)
Y terminó con un; "No eres una naranja ¿verdad? Pues que nadie te haga creer que lo eres, ni mucho meno que eres solo una mitad de algo, porque tú, vas a ser todo de alguien. Como lo eres para mí..." (Como amaba y amo a ese hombre a pesar de no tenerlo cerca..... Te quiero abuelo).
Pues bien, con el paso de los años, aprendí a comprender el porqué de sus palabras.
Para empezar, aunque os he comentado que sí, tengo piel de naranja, yo no soy una fruta. Y en tal caso de serlo, sin duda, no sería simplemente ni una mitad, ni una naranja, prefiero ser un limón.
Para nada creo que mi felicidad ni la de nadie depende de otra persona que "la complemente", puesto que cada ser es alguien ya completo. Además, creo que hacer que la felicidad de un@ dependa de una relación, dependa de otra persona, hace justamente todo lo contrario. Es decir, atribuir la responsabilidad a otr@ de encontrar tu felicidad, impedirá que seas feliz.
En definitiva, soy de las que cree que la felicidad de cada uno, solo dependerá de un@ mism@. Claro está, que habrá personas que nos podrán ayudar a alcanzar esa felicidad, pero de eso a que dependan exclusivamente de esas personas, qué queréis que os diga...
La mejor complicidad, la mejor compatibilidad es la que se tiene consigo mism@, puesto que nadie más que tú mism@ te conoces a la perfección.
Tenemos que ser conscientes que, las personas que son felices, y en este caso os hablo en primera persona, lo somos independientemente si tenemos pareja o no.
Y digo en primera persona, porque en la actualidad yo, por ejemplo, no tengo pareja, pero sí tengo una vida llena de momentos felices, al igual que los he tenido cuando estaba emparejada.
A la vez, veo a mi alrededor, parejas con éxito en sus relaciones, y creo que la clave de ese éxito es que son dos personas completas e independientes, que comparten sus vidas, cos sus cosas buenas y malas, y que disfrutan de la otra persona tal y cómo es.
Además, ¿no es lógico que el amor entre dos naranjas enteras será mucho mejor que el amor entre dos mitades? Sin duda, yo creo que sí, pero...
¿Por qué existe gente que cree que es una mitad y que necesita a otra mitad para complementarse?
Sinceramente, pienso que las personas que anhelan, sueñan o mejor dicho, "necesitan" encontrar lo que ellas consideran su media naranja, su alma gemela que les complemente y les hagan felices, es que no se quieren lo suficiente. Me explico.
Quererse a un@ mism@, hoy en día es una de las asignaturas pendientes que tienen muchas personas. Y no dudéis, los cimientos de la felicidad, se basan en eso.
Se basan en...
Aprender a valorar nuestras cualidades. No torturarnos por lo que hacemos mal y dejar de culpabilizarnos por ello, y focalizar nuestra atención en apreciar la multitud de cosas buenas que tenemos. Así que, no está de más, recordarnos de vez en cuando lo maravillosos que somos.
Aprender a no buscar siempre la aprobación de los demás. No podemos pretender agradar a todo el mundo, porque amig@s, eso es imposible. Durante nuestras vidas recibiremos críticas, encontraremos personas que intentarán influenciar en nuestra manera de ser, de pensar, en la toma de decisiones.... Y es importante saber marcar unos límites para con los demás para que no nos influya lo que puedan opinar o decir sobre nosotr@s, porque tened presente, que para sentirnos bien no necesitamos la aprobación de los demás, solo necesitamos nuestra propia aprobación.
Aprender a no compararnos. Yo quiero ser un limón entero, pero quizás tú quieras ser una piña, un melón, una sandía.... Debemos tener presente que somos seres únic@s, muy diferentes los unos de los otros, y el hecho de estar comparándonos con los demás, solo nos puede generar infelicidad. Así que tú que me estás leyendo desde hace un rato, métete en la cabeza que, eres unic@, que tus defectos son tuyos, al igual que lo son tus virtudes y fortalezas. Que es tu forma de ser, de pensar, de actuar, tu cultura, tus experiencias y vivencias, lo que te hacen ser una persona única completamente diferente al resto.
Aprender a decir lo que pensamos. Muchas veces no decimos lo que pensamos por el miedo al "qué dirán", por el miedo a las reacciones de los que te rodean, pero la verdad.. tu opinión siempre tendrá valor, al menos para ti, así que es mejor siempre que sea expresada. Además, si no decimos lo que pensamos ¿cómo diantres pretendemos que nos conozcan? Así pues, debemos hablar con asertividad, de un modo respetuoso, intentando que los demás nos escuchen y entiendan que aunque no opines igual que ellos, tu opinión también es importante.
Así que ámate tal y cómo eres, baila cuando te apetezca, canta en la ducha cada mañana aunque hagas gallos, ponte esa camiseta pasada de moda pero con la que te sientes como una auténtica diva o el hombre más atractivo del universo... simplemente, haz lo que te haga feliz. Y no dejes de mirarte en el espejo y valorar y enorgullecerte de la la persona que ves en él, porque es una persona completa, es una naranja entera que no necesita a ninguna mitad para ser feliz.
No, no soy una media naranja, yo soy una naranja entera, que si encuentra a otra naranja, o a plátano, limón, pomelo o cereza, simplemente querrá sacar el mejor jugo de ambos, para poner un mejor sabor a la vida.
Espero, como siempre, que este post os sea de utilidad. Y que os haga ver que somos únicos e irreemplazables, que nuestra felicidad dependerá solo de nosotr@s mism@s, que el amor de una pareja quizás sí es algo necesario pero no indispensable para ser felices, para vivir.
Aunque lo he dicho anteriormente, me gustaría que quedase bien claro que no estoy intentando que no creáis en el amor, sino todo lo contrario. Porque el amor hacia una pareja es algo maravilloso que solo los que lo han vivido quizás podrán apreciar. Simplemente que seamos conscientes que el amor que es el motor de nuestras vidas, ese siempre será nuestro amor propio.
¡Un saludo maj@s!
En definitiva, soy de las que cree que la felicidad de cada uno, solo dependerá de un@ mism@. Claro está, que habrá personas que nos podrán ayudar a alcanzar esa felicidad, pero de eso a que dependan exclusivamente de esas personas, qué queréis que os diga...
La mejor complicidad, la mejor compatibilidad es la que se tiene consigo mism@, puesto que nadie más que tú mism@ te conoces a la perfección.
Tenemos que ser conscientes que, las personas que son felices, y en este caso os hablo en primera persona, lo somos independientemente si tenemos pareja o no.
Y digo en primera persona, porque en la actualidad yo, por ejemplo, no tengo pareja, pero sí tengo una vida llena de momentos felices, al igual que los he tenido cuando estaba emparejada.
A la vez, veo a mi alrededor, parejas con éxito en sus relaciones, y creo que la clave de ese éxito es que son dos personas completas e independientes, que comparten sus vidas, cos sus cosas buenas y malas, y que disfrutan de la otra persona tal y cómo es.
Además, ¿no es lógico que el amor entre dos naranjas enteras será mucho mejor que el amor entre dos mitades? Sin duda, yo creo que sí, pero...
¿Por qué existe gente que cree que es una mitad y que necesita a otra mitad para complementarse?
Sinceramente, pienso que las personas que anhelan, sueñan o mejor dicho, "necesitan" encontrar lo que ellas consideran su media naranja, su alma gemela que les complemente y les hagan felices, es que no se quieren lo suficiente. Me explico.
Quererse a un@ mism@, hoy en día es una de las asignaturas pendientes que tienen muchas personas. Y no dudéis, los cimientos de la felicidad, se basan en eso.
Se basan en...
Aprender a valorar nuestras cualidades. No torturarnos por lo que hacemos mal y dejar de culpabilizarnos por ello, y focalizar nuestra atención en apreciar la multitud de cosas buenas que tenemos. Así que, no está de más, recordarnos de vez en cuando lo maravillosos que somos.
Aprender a no buscar siempre la aprobación de los demás. No podemos pretender agradar a todo el mundo, porque amig@s, eso es imposible. Durante nuestras vidas recibiremos críticas, encontraremos personas que intentarán influenciar en nuestra manera de ser, de pensar, en la toma de decisiones.... Y es importante saber marcar unos límites para con los demás para que no nos influya lo que puedan opinar o decir sobre nosotr@s, porque tened presente, que para sentirnos bien no necesitamos la aprobación de los demás, solo necesitamos nuestra propia aprobación.
Aprender a no compararnos. Yo quiero ser un limón entero, pero quizás tú quieras ser una piña, un melón, una sandía.... Debemos tener presente que somos seres únic@s, muy diferentes los unos de los otros, y el hecho de estar comparándonos con los demás, solo nos puede generar infelicidad. Así que tú que me estás leyendo desde hace un rato, métete en la cabeza que, eres unic@, que tus defectos son tuyos, al igual que lo son tus virtudes y fortalezas. Que es tu forma de ser, de pensar, de actuar, tu cultura, tus experiencias y vivencias, lo que te hacen ser una persona única completamente diferente al resto.
Aprender a decir lo que pensamos. Muchas veces no decimos lo que pensamos por el miedo al "qué dirán", por el miedo a las reacciones de los que te rodean, pero la verdad.. tu opinión siempre tendrá valor, al menos para ti, así que es mejor siempre que sea expresada. Además, si no decimos lo que pensamos ¿cómo diantres pretendemos que nos conozcan? Así pues, debemos hablar con asertividad, de un modo respetuoso, intentando que los demás nos escuchen y entiendan que aunque no opines igual que ellos, tu opinión también es importante.
Así que ámate tal y cómo eres, baila cuando te apetezca, canta en la ducha cada mañana aunque hagas gallos, ponte esa camiseta pasada de moda pero con la que te sientes como una auténtica diva o el hombre más atractivo del universo... simplemente, haz lo que te haga feliz. Y no dejes de mirarte en el espejo y valorar y enorgullecerte de la la persona que ves en él, porque es una persona completa, es una naranja entera que no necesita a ninguna mitad para ser feliz.
No, no soy una media naranja, yo soy una naranja entera, que si encuentra a otra naranja, o a plátano, limón, pomelo o cereza, simplemente querrá sacar el mejor jugo de ambos, para poner un mejor sabor a la vida.
Espero, como siempre, que este post os sea de utilidad. Y que os haga ver que somos únicos e irreemplazables, que nuestra felicidad dependerá solo de nosotr@s mism@s, que el amor de una pareja quizás sí es algo necesario pero no indispensable para ser felices, para vivir.
Aunque lo he dicho anteriormente, me gustaría que quedase bien claro que no estoy intentando que no creáis en el amor, sino todo lo contrario. Porque el amor hacia una pareja es algo maravilloso que solo los que lo han vivido quizás podrán apreciar. Simplemente que seamos conscientes que el amor que es el motor de nuestras vidas, ese siempre será nuestro amor propio.
¡Un saludo maj@s!
