Escribo estas palabras con un cóctel de emociones, todas ellas negativas. Asco, indignación, rabia... y con el estómago revuelto después de que el pasado jueves se hiciese pública la sentencia contra la Manada.
Obvio que habrá miles de millones de artículos por las redes hablando de ello, y que el que leeréis aquí es uno más, pero quiero también alzar mi voz, como cuando lo hice en el artículo Me too.
Es más, creo que tod@s, hombres y mujeres, deberíamos alzarla y no quedarnos callados.
Como sé que mucho de mis lectores son de diferentes países, aunque la noticia ha dado la vuelta a todo el mundo, os pongo en antecedentes.
Fiestas de San Fermín de 2.016, un grupo de cinco chicos, José Ángel Prenda, Alfonso Cabezuelo (militar), Antonio Manuel Guerrero (guardia civil), Jesús Escudero y Ángel Boza (cito los nombres porque quiero que quede constancia de quienes son esos personajes), apodados por ellos mismos como la Manada, violan a una chica de 18 años en un portal.
Después de que la víctima presentara la correspondiente denúncia, y se desvelasen pruebas irrefutables, como por ejemplo vídeos que los acusados gravaron cometiendo la violación, se procede a encarcelar a los acusados.
Después de casi dos años de los hechos, el jueves 26 de abril se dictó la sentencia, la cual me he leído y os resumo: 9 años de cárcel para cada uno de los acusados por abuso sexual y un total de 50.000€ de indemnización para la víctima. No podrán acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante 15 años y estarán en libertad vigilada durante 5 años después de haber cumplido la pena en prisión. Además, la sentencia condena a una pena de dos meses de multa y una cuota diaria de 15€ a Antonio Guerrero por haberle robado el móvil a la víctima. En caso de no acatarla, será privado con un día de libertad por cada dos cuotas no satisfechas. Por otro lado son absueltos de agresión sexual, robo con violencia o intimidación y del delito contra la intimidad.
Sinceramente, que pare el mundo que yo me bajo.
Vamos que se considera que no hubo agresión porque los agresores no entendieron que ella no deseaba ser violada, así que solo abusaron de ella. Y claro cinco chicos fuertes en grupo contra una, no intimidan a una chica asustada.
¿En serio a esto le podemos llamar justícia? ¿Pueden violarnos, intimidarnos, agredirnos e irse prácticamente de rositas?
Algunos dirán, "bueno van a estar 9 años en la cárcel (mentira) más la multa económica (una limosna), ya habrán pagado por lo que hicieron".
Por no hablar de aquellos que he visto por las redes que se muestran en contra de la condena y victimizan a los agresores haciendo a la víctima la culpable. (A esos mejor no me dirijo...).
Pero volviendo a la condena...
Por no hablar de aquellos que he visto por las redes que se muestran en contra de la condena y victimizan a los agresores haciendo a la víctima la culpable. (A esos mejor no me dirijo...).
Pero volviendo a la condena...
¿9 años de la vida de alguien entre rejas puede considerarse una pena justa después de haberle destrozado la vida a una chica? Porque no nos olvidemos de las secuelas psicológicas, a parte de la violación, que seguramente tiene y va a tener la muchacha.
“Empecé a sentir más miedo cuando me agarraron de la mandíbula y me acercaron para hacer una felación, y otro me agarraba de la cadera y me bajaba los 'leggins'. En ese momento estaba totalmente en 'shock', no sabía qué hacer, quería que todo pasara rápido y cerré los ojos para no enterarme de nada y que pasara rápido”. Este es solo uno de los fragmentos desgarradores de la declaración de la chica que fue violada.
![NO ES NO]( "NO ES NO")
Es decir, y como es comprensible, porque yo en su lugar hubiese hecho lo mismo, no se resistió, no luchó para que no le dañasen, porque esta es otra, viendo lo ocurrido y viendo lo que sucede en muchas otras sentencias similares a esta pero que desconocemos ya que no han sido mediáticas, si no te resistes, si no luchas para que no te agredan físicamente o incluso no te maten, estás consintiendo que te violen. O bueno, visto lo visto, si te resistes igual te matan y si no lo haces estás consintiendo y no es violación.
Que asco, en serio.
No es no, y punto. Y también es no si tengo miedo y no digo nada, o si digo que no me apetece a mi pareja, o decir me estás haciendo daño... Solo un sí es un sí.
No sé si a vosotras os pasa pero yo estoy harta de tener que ser valiente y no libre. Libre de ir con tranquilidad por la calle de noche sin temor a nada, libre de vestirme como quiera sin que se malinterprete o se me juzgue.
Y por otro lado no quiero que me enseñen cómo protegerme de una violación, porque no quiero vivir con miedo.
En fin, como os he dicho al principio este va a ser un texto más, lo sé, pero me apetecía escribirlo y denunciar públicamente que no estoy de acuerdo con esta sentencia, como no lo estoy de muchas otras anónimas que día a tras día se dictaminan en silencio haciendo a las víctimas culpables.
Y a modo de reflexión, si a esto se le llama justicia, me da a mi que deberíamos replantearnos lo que es la justicia en realidad.
¡Un saludo maj@s!
Y María (sé que no es tu nombre real pero se te llama así públicamente para preservar tu intimidad, y aunque también sé que seguramente no vas a leerlo.... YO SÍ TE CREO.
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No es no, y punto. Y también es no si tengo miedo y no digo nada, o si digo que no me apetece a mi pareja, o decir me estás haciendo daño... Solo un sí es un sí.
No sé si a vosotras os pasa pero yo estoy harta de tener que ser valiente y no libre. Libre de ir con tranquilidad por la calle de noche sin temor a nada, libre de vestirme como quiera sin que se malinterprete o se me juzgue.
Y por otro lado no quiero que me enseñen cómo protegerme de una violación, porque no quiero vivir con miedo.
En fin, como os he dicho al principio este va a ser un texto más, lo sé, pero me apetecía escribirlo y denunciar públicamente que no estoy de acuerdo con esta sentencia, como no lo estoy de muchas otras anónimas que día a tras día se dictaminan en silencio haciendo a las víctimas culpables.
Y a modo de reflexión, si a esto se le llama justicia, me da a mi que deberíamos replantearnos lo que es la justicia en realidad.
¡Un saludo maj@s!
Y María (sé que no es tu nombre real pero se te llama así públicamente para preservar tu intimidad, y aunque también sé que seguramente no vas a leerlo.... YO SÍ TE CREO.
