De nuevo, tengo uno de esos días "vomitivos", y casi literalmente, porque he pasado un par de días regulinchi.
Pero a lo que me refiero, es que la inspiración ha venido a mí, y siendo este mi espacio para poder "vomitar" todo lo que me venga en mente, allá voy.
Lo sé, sonará un poco duro, pero, y lo sabes, sí puedo vivir sin ti.
Sin embargo, hay un matiz importante en mis palabras, es que yo quiero y elijo estar contigo.
Ambos no necesitamos estar uno al lado de otro todo el tiempo, como tampoco vernos a cada segundo, pues sabes que soy de las personas que cree que cada individuo debe valorar su propio espacio y su propia persona, aunque eso no significa para nada, que no te extrañe a cada segundo.
Y lo sabes, no por escribir esto estoy dejando de ser romántica ni cariñosa, porque creo que sabes que eso está en mi ADN, como te digo siempre, "va en el pack". Es simplemente que, después de lo vivido en mi vida, con el tiempo comprendí que el amor se basa también en dar aire, como también respirar.
Es valorar lo que somos y quienes somos.
Es reconquistarnos a diario y elegirnos todos los días, y cuando tomemos esa decisión, disfrutarla siempre.
Y aunque repito, te extraño si no te tengo a mi lado y te tengo presente en mis pensamientos, sí puedo vivir sin ti, y de hecho, adoro ver cómo tú también lo haces sin mi, y que después me cuentes qué tal fue tu día. Porque eso me ayuda a comprender también que es la única manera en la que se puede aprender a amar, a conocer y a valorar a una persona, vamos, a dejar que fluya y sea auténtica sin más.
Y de nada sirve querer retenerte siempre a mi lado, porque eso te impide a ti y a mi misma, crecer como debemos hacerlo.
Pero no, no quiero que pienses que no te necesito, porque esto no va de necesidades, se trata de que podemos elegir, y yo elijo quererte a mi lado, y yo estar en el tuyo.
Respetándote tal y como eres, admirándote y apoyándote en todo lo que decidas, porque de eso va el amor.
Y no creas que es un acto del todo altruista, porque en el fondo, si lo piensas bien, los pilares son dos troncos egoístas, porque así es como funciona, si tú estás bien, se estará cumpliendo uno de mis mayores deseos.
Pero el amor, no vive por sí solo, debemos aprender a cuidarlo cada día y haciéndolo estaremos fortaleciéndolo. Y va más allá de algo que encuentras en el camino, porque al final amar es una decisión, y yo decidí estar contigo.
Y seamos sinceros, lo nuestro quizás no fue un amor a primera vista. No sentimos ese flechazo que dicen que dispara Cupido atravesando el corazón sin piedad (que si lo piensas bien, es un poco gore la escena). Imagino, que tampoco sentimos esas mariposas en el estómago, y de sentirlas, quizás fue el ambre, más que otra cosa, ¿no? Y la verdad, no sé ni como te pudiste fijar en mí, ni yo en ti, con todo el laberinto que nos rodeaba y nos rodea. (Entre el milagro y el desastre es dónde vivimos). Así que no, no fue amor a primera vista diria yo, pero con el tiempo, te aseguro que cada vez que te veo, tengo claro que te volvería a elegir.
Y lo siento, y no te ofendas, no creo que seas el amor de mi vida, como yo no lo soy de la tuya, porque ya sabes, el amor de nuestra vida somos nosotros mismos, porque amores hay muchos, como diferentes formas de amar, pero nadie puede asegurarnos que será el último o será mejor que el siguiente.
Pero hablo de hoy, y sí, me haces feliz, me haces inmensamente feliz, y es por eso que me encanta mil estar contigo. Créeme.
Pero también sé, que mi felicidad no depende de ti, porque tengo una familia maravillosa, un mundo lleno de nuevas y bonitas posibilidades por descubrir, un@s amig@s increibles, con sus rarezas eso sí, como las tengo yo, pero son las que l@s hacen espectaculares. Así que, no te preocupes, no quiero que recaiga en ti esa losa, pero, debes ser consciente también que, tú formas parte de todo ello.
Y sí, me encanta pasar tiempo contigo, me encanta cuando salimos a comer, a cenar o a tomar algo, pero también me encantan esos momentos en los que no hacemos absolutamente nada, aunque eso sí, hablar se nos da bien, ¿verdad?
Pero seamos sinceros, el cliché de querer estar todo el tiempo con la persona que amas, es algo, además de inviable, quizás incluso insoportable, porque todos tenemos esa necesidad de pasar tiempo a solas o pasarlo con otras personas. Y creo que entenderlo, es un punto básico en toda relación.
Imagino que ahora pensarás, ¿por qué me escribe entonces para decirme esto? ¿Sí puede vivir sin mí? ¿No soy el amor de su vida?
Pues lo hago porque quiero que sepas que hoy, a pesar de todo, tengo claro que, te elijo, y al hacerlo elijo todo lo que ello conlleva.
Eso sí, de momento, porque no sé qué voy a hacer mañana, como tampoco lo sabes tú, y prometernos una eternidad, solo se estila en las películas. Y tampoco quiero que sea como un contrato de permanencia, de esos que están llenos de letra pequeña.
Pero de verdad, y de la buena, hoy, puedo decirte que no me importaría levantarme a tu lado todas las mañanas. No tendría problema a darte todas las buenas noches que necesites y ser la guardiana de tus sueños. Y que no quiero hacerlo con nadie más que no seas tú.
Y no, no tienes pinta de príncipe azul, como tampoco yo soy una damisela en apuros, así que no quiero que trepes hasta mi ventana, vamos, ya sabes con lo que te arriesgas si decides hacerlo.
Tampoco tengo la necesidad que beses el suelo que yo piso, ni que me dés la razón en todo.
Como tampoco quiero un "y fueron felices y comieron perdices", porque sinceramente, no quiero que nuestra historia acabe, quiero que todos los días termine con un "continuará", y nos quedemos con ansias de descubrir qué sucederá, qué viviremos en el próximo capítulo, y que tú no seas el protagonista, que lo seamos los dos.
Que te quede claro, que todo esto no implica que se pierda la magia, que se pierda esa chispa, que perdamos la costumbre de hacernos detalles, como mandarnos simples canciones. No implica que no podamos escribirnos palabras de amor, ni que tú no puedas comer el otro lado de mi espagueti (aunque prefiero que te pidas tu propio plato y disfrutes de él también sin mí).
Es simplemente que, quiero que sepas, quien soy yo. Que no soy quizás el tipo de mujer que venden en las películas. Que no todo me queda bien, ni sé hacerlo todo. Que me equivoco mil veces, y que mi cabezonería muchas veces me nubla. Que no tengo respuestas para todo, ni quizás sea una buena consejera. Que no tengo intención de renunciar a mi vida por ti, ni estoy dispuesta a acatar normas, como tampoco permitir que nadie me diga lo que debo hacer o quién debo ser, aunque eso pudiera hacerte más feliz. Que no haría cualquier cosa por ti, pero sí estaría dispuesta a hacer mucho más de lo que jamás podría haber imaginado. Que tengo mis gustos, mis ideas, aficiones y una larguísima lista de imperfecciones (algunas ya las conoces). Y también tengo mis sombras, como mis luces, y puedes vivir con todo ello, o sin mi. Aunque espero, que quizás algún dia, te quedes para afrontarlas.
Porque yo he decidido, y desde luego, puedo vivir sin ti, pero quiero estar contigo.
Y puedo decirlo porque estoy segura de lo que siento y tengo claro quién soy y hacia dónde quiero ir. Porque me valoro, porque puedo vivir sin ti, y porque comprendo que no podemos estar juntos a toda costa.
Porque soy consciente de que te quiero, pero no como una necesidad para sobrevivir, ni con dependencia, sino es un amor sano y maduro. Respetando tu libertad de elegir, sentir y expresar. Porque al final tu vida es solo tuya, y tú eres quien manda en ella, y soy de las que piensa que el amor se rompe cuando esa libertad se pierde.
Y no, eso no implica que no me duela o lo pueda pasar mal en algun momento, pero a pesar de ello, entiendo que tienes tu propia vida y por tanto, tus deseos y elecciones. Y que lo que importa en tu vida eres tú, sin más, y quiero que sea así, hoy y siempre.
Como sé que no soy imprescindible en ella, y que no soy un todo, y me gusta que sea así, porque no quiero alejarte de tu libertad.
Y sé, que quizás mis sueños no sean los tuyos...
No es fácil, lo sé, nada en esta vida lo es.
Y lo sé, el mundo no se va a acabar si dejas de estar. Pero ¡qué diantres! No dejemos aún, de escribir un "continuará"...